¿ESTÁ EL DIÉSEL DESTINADO A DESAPARECER?

En 2011, el diésel representó casi el 72% del mercado automovilístico. Desde principios de 2018, solo ha representado el 40% de las compras de vehículos nuevos. Entonces, ¿está acabado el diésel?

Recordemos en unas líneas cómo ha llegado el diésel a este punto. Allí estaba la Puerta del Diésel de 2015. El escándalo de la falsificación de los motores TDI del Grupo Volkswagen socavó gravemente la confianza de los consumidores, comenta el concesionario de coches segunda mano Sevilla Crestanevada. A esto le siguieron medidas políticas para mantener el diésel fuera de las ciudades, ya que se le consideraba, con razón o sin ella, responsable de la contaminación. A ello se añade el reajuste del sistema fiscal, que debería encarecer el gasóleo frente a la gasolina de aquí a 2022 (sin reducir el precio de la gasolina). Si el gasóleo se grava al 70%, el precio del barril de petróleo ya no es tan bajo como a finales del año pasado (55 dólares a principios de diciembre de 2017). En pendiente ascendente desde principios de año, el 17 de mayo de 2018 estaba en 72 dólares y en su máximo desde finales de 2014.

Y aún no ha terminado, ya que la nueva Inspección Técnica (que entra en vigor el 20 de mayo) promete un número considerable de contrainspecciones para los modelos diésel, sobre todo en lo que respecta a las emisiones contaminantes. En resumen, optar por un diésel parece un largo camino hasta que el grafeno revolucione el mercado de los coches eléctricos.

Un lugar natural para estar

El hecho es que durante años, el diésel ha tenido demasiado protagonismo en Francia, ya que nuestros fabricantes nacionales eran los campeones. Qué importaba que un particular recorriera menos de 8.000 km al año, 6.000 de ellos en el centro de la ciudad, Peugeot, Citroën y Renault ofrecían 107s, C1s y Twingos que funcionaban con diésel. El cliente no veía más allá de 15, 20 o 30 céntimos menos por litro en el surtidor sin darse cuenta de que estaba pagando 2.000 o 3.000 euros más por su coche que por la versión de gasolina. Que su mantenimiento era más caro. También el seguro.

Y si el movimiento comenzó en 2013 (67% de pdm), ha aumentado considerablemente desde 2016. Vea la evolución de la cuota de mercado a lo largo de 2 años en una escala móvil propuesta por la CCFA.

Si el Diesel Gate y sus consecuencias están en el origen de esta aversión, también hay que tener en cuenta que la oferta de modelos diésel disminuye constantemente, Renault ya no ofrece un Twingo diésel. Sobre todo, algunos fabricantes han decidido prescindir del diésel en toda su gama. Al menos en Europa. Este es ya el caso de Toyota y Porsche. Nissan se ha sumado a la lista, mientras que Volvo acaba de anunciar que su nueva berlina de carretera S60 no estará disponible en versión diésel. Juremos que la ola no ha hecho más que empezar.

¿El 30% del mercado?

Expulsados de las principales ciudades, sí. Totalmente prohibido aquí, no. El diésel sobrevivirá porque tiene sus usos para los que conducen mucho. No obstante, según la CCFA, su cuota de mercado debería situarse en torno al 30% de las matriculaciones de vehículos nuevos, lo que augura un descenso continuado en 2018 y 2019. Una cuota de mercado que representa a los particulares, pero también (y sobre todo) a todas las flotas de empresas y compañías de alquiler donde cada coche hace decenas de miles de kilómetros al año, a los vehículos comerciales y, por supuesto, a todos los vehículos de transporte.